Cómo conseguir financiación para tu startup

¿Qué tipos de inversores hay? ¿Está tu negocio preparado la inversión? En este artículo te guiamos en tus primeros pasos para conseguir inversión.

A pesar de que la inversión en startups en nuestro país sigue aumentando año tras año, tal y como reflejan los informes Visión del ecosistema inversor en España de Startupxplore e Inversión en startups en España de El Referente), en cada nueva convocatoria de Lanzadera nos enfrentamos a la mismas preguntas por parte de los emprendedores:

«¿Mi proyecto es invertible? ¿Cuáles son las claves para conseguir inversión? ¿Cómo puedo financiar mi startup? ¿Qué puertas debo tocar para conseguir inversión? ¿Por dónde empiezo?»

Vamos a tratar de responder a todas estas preguntas de una forma ordenada.

Y durante el camino, repasaremos qué tipo de inversores se puede encontrar una startup.

¿Es tu empresa invertible?

Lo primero es saber si tu empresa es invertible o no. Cuando alguien realiza una inversión, lo que espera es multiplicar su dinero n veces. Esto, traducido en inversión en startups, quiere decir que tu startup debe ser escalable, y que la posible futura salida (o exit) pueda producirse.

¿Y qué es una startup escalable? Pues una definición simple y mundana podría ser que los ingresos tengan la posibilidad de crecer x veces con el mismo nivel (o superior, pero no en igual medida) de gastos.

“Una startup es escalable si sus ingresos pueden crecer x veces con el mismo nivel de gastos”

Y esto amigos, no todos los modelos de negocio lo permiten.

Hay muy buenas empresas que no son escalables (o al menos no lo suficiente) como para que un inversor externo (y profesional) decida poner su dinero en una futura ampliación de capital.

Por eso, es clave saber desde el día uno a qué queremos jugar. Y luego ya veremos cómo lo vamos a hacer.

Valía del equipo fundador

Lo segundo que va a querer conocer un inversor, es la valía del equipo fundador. Dentro de este apartado cabe destacar:

  • Experiencia previa emprendiendo y liderando equipos.
  • Conocimiento del sector/mercado en el que operas.
  • Compromiso y dedicación al proyecto.
  • Y por último, y no menos importante, de quién te rodeas, es decir, quiénes son tus socios. No pesa igual a la hora de invertir que en tu accionariado estén tus padres (ellos confían ciegamente en ti) a que hayas sido capaz de convencer a un directivo con años de trayectoria en posiciones de responsabilidad en x sector (¡algo habrán visto en vosotros para querer formar parte de vuestra empresa!).

Grado de compromiso

Ahora que hemos comentado la importancia del equipo a la hora de conseguir inversión, hablemos del grado de compromiso. El trabajo, ganas e ilusión se dan por hecho, pero no hay mayor compromiso que poner dinero de tu propio bolsillo para que tu empresa crezca.

Entendemos que no todo el mundo dispone del mismo patrimonio para empezar un negocio, pero piensa que va a ser mucho más difícil convencer a un tercero si tú no has puesto nada (o casi nada) vs si tú has comprometido parte de tu patrimonio personal para hacer crecer el proyecto.

Piénsalo al revés, ¿qué harías si tú fueras inversor? ¿Verdad que pondrías dinero en alguien que ha puesto parte antes? La respuesta es obvia. Además, que tu mensaje de compromiso y ganas se ve mucho más reforzado.

“¿Cuánto te crees tu proyecto? A menudo, el grado de compromiso se mide con dinero.”

Pero, ¿qué pasa si no dispongo de ese patrimonio? Al final la realidad de cada persona es muy diferente y puedes no disponer inicialmente de esos € tan necesarios.

En este caso, tienes que ser capaz de convencer a tu entorno cercano para que inviertan en ti y confíen en que vas a ser la persona adecuada (junto a tu equipo) de liderar el proyecto. Esto es lo que en el argot conocemos como las FFF (Family, Friends and Fools: familia, amigos y locos).

Como hemos dicho antes, esto va de generar confianza. Si tú no dispones de patrimonio suficiente, tienes que ser capaz de convencer a alguien de tu entorno para que lo ponga.

¿Abuelos, tíos, amigos de la familia? Da igual, el caso es que tienes que demostrar que contando tu proyecto a alguien cercano, puedes convencerles y hacerles invertir la cantidad necesaria para arrancar.

¿Pero cuáles son los pros y contras de este tipo de inversor?

Ventajas de los FFF

  1. Suelen ser poco exigentes en las condiciones y la valoración (al final sois parte de la familia, ¿no?). Además, la negociación debería ser bastante light.
  2. Tienen confianza ciega en vosotros (tus padres deberían creer y apoyarte en lo que haces), esto les lleva a asumir grandes riesgos.
  3. Además, son los primeros en invertir, lo cual da algo de garantías a los futuros inversores (al menos habéis sido capaces de convencer a alguien, aunque sea de vuestro entorno más cercano).

Desventajas de los FFF

  1. Casi siempre la inversión suele ser mucho más emocional que racional, lo que puede traer consecuencias negativas a futuro.
  2. No suelen aportar ningún valor más allá de sus euros, salvo que tengáis a alguien cercano experto en vuestro sector en concreto. En ese caso, los consejos y el mentoring pueden ser igual de valiosos o quizás más que el propio dinero que invierten.
  3. Por último, si son un gran número podéis llegar a perder agilidad en la toma de decisiones y en la firma de la documentación (más interlocutores = más líos) por lo que te recomendamos que inviertan de forma sindicada o conjunta (en otro post explicaremos este tema con profundidad).

Una vez que tienes ese dinero, piensa que tienes x meses de caja para garantizar la supervivencia de la empresa por lo que, deberás ser lo suficientemente ágil como para llegar al mercado lo más rápido posible, y a partir de ahí financiarte de la mejor manera que existe, con vuestros propios clientes.

“Sé ágil para llegar al mercado lo antes posible, y así financiarte con tus propios clientes”

¿Parece muy obvio verdad? Pues hay muchísimas startups que tardan meses, incluso algunas nunca lo llegan a conseguir de verdad.

Y es que esa es la verdadera prueba del algodón, ofrecer un producto/servicio con la calidad más alta posible y al precio más competitivo que os podáis permitir. Esto va de satisfacer una necesidad que tiene un cliente y que:

  1. Los players actuales no lo están haciendo bien.
  2. Soy capaz de identificar una necesidad (nueva) que no está siendo satisfecha y yo como empresa voy a encargarme de satisfacerla (esto es mucho más complicado)

Solo si sabemos hacer lo anterior muy bien, cobraremos dinero de nuestros clientes.